martes, 20 de octubre de 2015

Absolutismo monárquico y la musica



¿A que se denomina absolutismo monárquico?
Fue un régimen político característico de la etapa de transición entre la Edad Media  y la Edad Moderna en Europa occidental. Específicamente tiene lugar entre los siglos XVI al XVIII.
Su característica más destacada es la concentración de todo el poder político en las manos de un monarca.  

¿Quién fue el monarca absoluto más representativo?
El paradigma de rey absolutista fue Luis XIV, aquel que supo sintetizar los principios de este régimen en una fórmula memorable: “L'État, c'est moi” (El Estado soy yo).
Su sucesor también pudo expresarlo con suma claridad: “Es sólo en mi persona donde reside el poder soberano, cuyo carácter propio es el espíritu de consejo, de justicia y de razón; es a mí a quien deben mis cortesanos su existencia y su autoridad; la plenitud de su autoridad que ellos no ejercen más que en mi nombre reside siempre en mí y no puede volverse nunca contra mí; sólo a mí pertenece el poder legislativo sin dependencia y sin división (…)”.

¿Cuáles eran las costumbres diarias de los monarcas absolutistas?
A modo de ejemplo muy gráfica resulta una jornada de la vida de Luis XIV según la describen J. Isaac y Alberto Malet: “Luis XIV tenía pocas ideas que le fueran propias; sólo tenía una muy arraigada en la mente y que fue dominante en su vida. En su infancia le habían dicho que el rey era una divinidad visible, un semidiós. El primer modelo de escritura que le dieron para que copiara estaba concebido así: ‘Se debe homenaje a los Reyes, ellos hacen lo que les place’. Estaba pues convencido de que él era un ser aparte, que tenía su corona por voluntad divina y que era por la gracia de aquél que él representaba en la tierra. De esta idea, que casi todo el mundo admitía entonces, Luis XIV deducía dos consecuencias. En primer lugar, como representante de Dios, debía ser dueño absoluto, disponer libremente de los bienes, de la persona y de la vida misma de sus súbditos, los cuales tenían el deber de obedecer ‘sin discernimiento’. En segundo lugar, tenía la obligación de cumplir concienzudamente su oficio de Rey (la frase es de él). Debía, en fin, trabajar y atender en todo al bien del estado. La idea de que él era el representante de Dios, infundió a Luis XIV el más prodigioso orgullo. Tomó por emblema un Sol resplandeciente, y de aquí el sobrenombre de Rey del Sol. 

¿De qué manera los reyes justificaban tal acumulación de poder?
Dos eran los medios argumentativos tendientes a legitimar el ejercicio absoluto del poder por parte de los monarcas. Uno podríamos denominarlo religioso y el otro, filosófico.
El primero es el que le da origen a la llamada teoría del derecho divinoque afirma que los reyes gobiernan por ser los representantes de Dios en la Tierra y por lo tanto sin restricciones y debiendo sólo rendir cuenta por sus actos ante él.
El principal teólogo y defensor de esta teoría/doctrina fue el francés Jacques Bossuet, quien expresaba: “Dios establece a los reyes como sus ministros y reina a través de ellos sobre los pueblos (...). Los príncipes actúan, pues, como ministros de Dios y son sus representantes en la Tierra. Por esto, el trono real no es el trono de un hombre sino el trono de Dios mismo. Así, la persona de los reyes es sagrada y atentar contra ellos es un sacrilegio. Se debe obedecer a los príncipes por principio de religión y de conciencia. El servicio de Dios y el respeto por los reyes son cosas unidas (...) ".

¿De qué instrumentos y/o estrategias se valieron para extender el poder en todo el territorio?
Se aplicaron diferentes medidas como la creación de una burocracia y de  un ejército permanente dependientes del poder central. Se subordinó a la nobleza y a la Iglesia y se utilizaron las actividades diplomáticas.

¿Qué tipo de política económica aplicaron los gobiernos absolutistas?
Estos gobiernos aplicaron un conjunto de medidas económicas conocidas como mercantilismo. Concebían que la grandeza y poder  de los estados era directamente proporcional a la cantidad de oro y plata que podía acumularse. Proponían la adopción de un conjunto de medidas de carácter proteccionista que inhibieran las erogaciones de metálico, como las prohibiciones a la compra de insumos extranjeros.

MÚSICA:

El Barroco: El término barroco proviene del portugués y, en su origen, significó «perla irregular y deforme». Se empleó para describir de manera peyorativa las formas artísticas demasiado recargadas.

Las artes y el estilo musical del Barroco: La música acompañó en todo momento os profundos cambios experimentados en la sociedad, la cultura y el arte y el Barroco se convirtió en la época del virtuosismo musical, con grandes intérpretes y un enorme desarrollo de la orquesta y de las técnicas de construcción de instrumentos.
Consecuencia del racionalismo científico que dominó el pensamiento de la época, la música barroca redujo todo5 los modos musicales eclesiásticos a solo dos: el modo mayor y el modo menor. Con estos modos se escribieron la mayoría de las obras musicales que han llegado hasta nosotros.
Por otro lado, el método científico propició el nacimiento de la ciencia de la armonía (estudio de los acordes), teorizada por Gioseffo Zarlino (1517-1590), que buscó en la naturaleza la fuente de toda legitimidad.
Los efectos que excitaban los sentimientos en los conjuntos de los grandes escultores barrocos trató de conseguirlos el músico con el uso del acorde consonante y disonante. La alternancia de estas relaciones sonoras provocó movimientos espirituales que suscitaron efectos en uno u otro sentido.
La arquitectura de línea curva y ornamentación exuberante tuvo su reflejo sonoro en las melodías llenas de adornos y acrobacias vocales, sobre todo con la aparición de voces artificiales: los castroti, cantantes de sexo masculino que eran castrados antes de llegar a la pubertad para preservar su voz de soprano o contralto. Esta práctica decayó cuando las mujeres, a finales del siglo xviri, se incorporaron a la escena operística.
LOS CASTRATI: Los primeros músicos de la historia en alcanzar la categoría de estrellas fueron los castrati, para cuyas voces se componía la ópera italiana en los siglos XVII y XVIII. Un castrato era una maravilla vocal, un precioso instrumento musical vivo, de una belleza y extensión asombrosas.
Los castrati eran varones, procedentes de los ambientes más pobres, y elegidos por la belleza de su voz infantil, a los que se castraba antes de que llegaran a la pubertad. Por este cruel procedimiento se conseguía que estos cantantes conservaran el timbre de una voz blanca, pero unido a la capacidad pulmonar de un varón adulto.
Los castrati recibían una esmeradísima educación musical, y los que triunfaban amasaban grandes fortunas, por lo que su destino se consideraba envidiable. Su extraordinaria capacidad pulmonar y la limpia ejecución de las más intrincadas coloraturas, complejas acrobacias vocales escritas por los compositores para ellos, los enorgullecía más que la tesitura aguda; femenina, de sus voces.
Podían sostener una nota durante minutos enteros, yen muchas ocasiones se enzarzaban en duelos con algún instrumentista de viento, con el que rivalizaban en resistencia para admiración del público.
Referencias:
1 Discurso de Luis XV al Parlamento de París el 3 de marzo de 1766.
2 Alberto Malet y J Isaac, Los tiempos modernos. Versión castellana corregida por Lucas Gibbes, París, Editorial Hachette, 1922.
3 Adrián Gil del Gallego, El poder y su legitimidad, Editorial Universitat  de Valencia año, 2002, pág. 52.
4 Jean Bodin, Los seis libros de la República, Capítulo x. De los verdaderos atributos de la soberanía, Colección clásicos del pensamiento, Editorial Tecnos, Madrid, 1992, pág. 145.
Fuente: www.elhistoriador.com.ar

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